Es normal que los días previos e incluso durante los exámenes tengas algún tipo de nervios o ansiedad, han sido muchas las horas que has pasado con las distintas asignaturas, tanto en clase como en tu casa y tienes miedo de “echarlo todo a perder”
Aunque una pequeña dosis de nervios es bueno, puesto que te ayuda a seguir estudiando y no dormirte en los laureles, es importante que identifiques y aprendas a controlar la ansiedad que en ocasiones acompaña a estos nervios.
La ansiedad no te hace ningún favor, te lleva a pasarlo mal, tener líos en la cabeza, despistarte con mayor facilidad y en general a un peor rendimiento académico.
Por ello desde la Academia Carlos de la Hoz hemos preparado una serie de consejos para que logres combatir la ansiedad antes, durante y después de los exámenes.
Antes de los exámenes.
Gestiona correctamente tu tiempo.
Las personas tendemos a agobiarnos más, y por tanto a padecer más ansiedad, cuando no tenemos control sobre nuestro entorno.
Sentir que controlas la situación y comprobar que vas estudiando al ritmo que te lo propusiste, suele proporcionar una sensación de calma y tranquilidad.
Evita ser pesimista.
Cuando somos pesimistas tendemos a no esforzarnos tanto, puesto que pensamos que está todo perdido. Pero esto no es así, no sabes como va a ser el examen y hasta que no lo tengas delante no sabes lo difícil o fácil que es el mismo. No te rindas antes de tiempo.
Durante los exámenes.
Respira bien.
En ocasiones nuestra propia respiración es la que nos lleva a estar en un estado mental u otro, pero por suerte podemos controlar nuestra respiración, por lo que podemos influir en nuestro estado mental.
Te voy a explicar una regla muy sencilla para que apacigües tus nervios de una vez por toda. Sigue esta regla de los 4 segundos paso a paso:
- Inspira durante 4 segundos intentando que el aire no vaya a tu pecho, si no a tu estómago.
- Retén el aire durante 4 segundos.
- Expulsa el aire durante 4 segundos de una forma continua y relajada.
- Repite el proceso hasta que te sientas más tranquilo.
Leer es muy importante.
Ahora que estás más relajado gracias a la técnica de los 4 segundos, lee tranquilamente el examen. Una vez hayas leído las preguntas te darás cuenta de que conoces muchas de las respuestas. Empieza a contestar aquellas que mejor te sabes, esto te dará calma, además de forma subconsciente tu cerebro irá buscando respuesta para aquellas preguntas que de primeras no sabías.
Después de los exámenes.
Acepta que no siempre puede salir todo bien.
Por último, déjame decirte, que suspender un examen tampoco es el final y que el tiempo y el trabajo que has dedicado a la asignatura sigue ahí. Si por algún casual suspendes no tienes que hundirte, si no que tienes que coger fuerza y aplicarte más en la recuperación.
Si quieres aprender más sobre hábitos que te ayudarán a ser mejor estudiante, tienes que leer este artículo.